De ser vecinos desconocidos a crear un punto de donación

Agustin Ruendo, vecino bahiense y damnificado por la inundación, fue una de las personas que impulsó la ayuda y solidaridad en su barrio. 

Aún con sus pérdidas personales no dudó en crear un grupo para asistir a las personas que más lo necesitaban “desde el día uno nos juntamos con un grupo de desconocidos del edificio que terminamos siendo amigos. Nos reunimos entre los vecinos para ver en qué podíamos ayudar porque la asistencia estaba desbordada. Dejamos velas y lavandina para entregar en la vereda y vimos que empezaron a llegar donaciones” explica. 
En medio de la ardua tarea de recibir, clasificar y entregar los elementos reflexiona sobre el impacto de la situación “era muy chocante ver a gente venir para llevarse una lavandina y que terminaba llorando”. 

En los momentos más complejos lograron darle otro sentido a ser solidario y crearon la iniciativa de un ChoriX1Sonrisa, entregando un choripán a quienes iban a colaborar. También se sumó a esta iniciativa la Falconeta Solidaria, un vehículo que un vecino prestó para repartir la ayuda .  

A un mes de la inundación Agustín comenta “siento el pecho lleno, me sorprendió mucho, los bahienses somos particulares de mirarnos el ombligo, agradezco la cantidad de jóvenes que se coparon en darle una mano al otro. Que no quede en la semana post inundación y perdure en el tiempo”. 
Y finaliza con una frase que se podía divisar en su punto de donaciones en calle 12 de octubre “el pueblo salva al pueblo, que no se pierda la empatía y solidaridad que tuvimos en estos tiempos”. 





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