Geriátrico del silencio y abandono: familias unidas por el dolor exigen justicia

Florencia, Julieta y Pamela no se conocían y tuvieron que hacerlo en la peor situación. 

El geriátrico “Los Arcos” ofrece comodidad, cuidados y terapias, presentándose como el lugar ideal para ser la residencia de adultos mayores y la mejor opción que sus familiares podían elegir. 

Lamentablemente lejos estaría la realidad de esa publicidad y los testimonios escuchados en #DE1eraConMeneghini relatan todo lo vivido como consecuencia del abandono y maltrato. 

Tras la pérdida de su abuelo, Florencia fue quien dio el primer paso para reunir a otros familiares que habían vivido situaciones similares.
“Perdí a mi abuelo luego de que nos pusieron al tanto del abandono y maltrato que sufrió, te va llamando la atención el deterioro es todo lo que tenemos en común las víctimas”.

Su familiar ingresó al centro caminando y con lucidez y destaca que ”Gabriela Romero, se deshace de los casos de demencia porque un abuelo con demencia no puede denunciar nada”.

“Llegamos a una conclusión donde unas empleadas nos dicen que le dan sedantes, y que a ellos les daban tramadol porque les servían una comida al día. No tiene médico de cabecera ni historias clínicas. Esto viene desde 2014” relata. 

El caso de Julieta, la pérdida de su madre la llevó a unir a otras víctimas del geriátrico

“Mamá vivía en Sierra de la Ventana e ingresó al hospital por una infección en la pierna” comienza detallando y explica que le recomendaron, luego de ser dada de alta, que no retorne a su casa y trate de llevarla a otro lugar. 

La estadía de su madre en “Los Arcos” sería por el tiempo de recuperación de la infección, Julieta cuenta “la traje a Bahía pero en mi casa no podía porque vivo en una planta alta y la lleve al Arcos, ingresó para rehabilitarse por unos 20 días y en ese tiempo buscar a gente para cuidarla en su casa”. 

La historia de pamela y un adiós en pausa

Pamela aún no puede realizar el duelo comenta, luego del fallecimiento de su padre y el reciente descubrimiento de los malos tratos a los que estuvo expuesto. 

“Solo pasaron 27 días, ingreso totalmente independiente y una situación física muy buena, aparte con pañales, muy flaco y golpeado. Lo sacaron en ambulancia”.

En respuesta a la consulta de por qué se decide ingresar a un familiar a este tipo de instituciones explica que “una persona con demencia requiere mucha atención es 24/7, tenemos dos caminos poner 5 personas o vas a un geriátrico”.

Un punto que fue esencial para que las familias se unieran y conozcan sus historias fue la forma en que sus familiares se retiraron del lugar “todos salen deshidratados, desnutridos con hipotermia, insuficiencia renal con golpes, ella no te avisa de nada, no tiene rampas, nadie sabía que estaba en silla de ruedas” expone.

 “Es una enferma mental que necesita una asistencia mental” finaliza. 

Unidas en un mismo reclamo de justicia y descubriendo más historias vivenciadas allí, donde aseguraban ser el mejor lugar para cuidar pero que lejos está de serlo y los abandonaban día a día. 

“No me dio tiempo Gabriela Romero, buscamos la clausura.” reafirman, reflejándose en su mirada la nostalgia y el dolor de perder a sus seres queridos. 

“La causa presenta cargo por lesiones culposas, lesiones, abandono de persona y homicidio culposo fue porque la ambulancia salió de ahí y el cuerpo está de prueba” exponen refiriéndose al padre de Pamela. 



















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