La situación de Granja Tres Arroyos, la principal productora y exportadora de pollos de Argentina, puso en peligro la continuidad de varias de sus plantas.
A un año de haberse declarado en crisis y de solicitar el procedimiento preventivo (diciembre de 2024), la empresa enfrenta serios problemas financieros que ya impactan en su operación y en el pago de salarios.
Pese al aumento reciente en el consumo de pollo, la compañía atraviesa un cuadro delicado que hace tambalear sus ocho plantas:
- Cuatro en el conurbano bonaerense (Ezeiza, Esteban Echeverría, Capitán Sarmiento y Brandsen)
- Dos en Concepción del Uruguay (Entre Ríos)
- Una en Córdoba
- Otra en Uruguay
Sueldos impagos y riesgo de cierre
En Brandsen y Entre Ríos, trabajadores denunciaron retrasos salariales y el grupo propietario tuvo que intervenir a último momento para evitar un paro de 48 horas.
La plantas de Concepción del Uruguay cuentan con operarios aseguraron que solo cobraron el 20% de la última quincena de octubre.
Según ellos, el pago completo debía haberse realizado a principios de noviembre.
En el sector ya se mencionan posibles cierres de instalaciones, aunque la alternativa que se evalúa no sería despedir personal, sino reubicar empleados en las plantas que permanezcan activas
El STIA y el Sindicato de la Carne advirtieron que la situación afecta los ingresos y la estabilidad laboral, reclamando “respuestas inmediatas”.
La crisis se profundizó luego de que la empresa no lograra recuperar el mercado chino tras la gripe aviar de 2023.
Esto generó pérdidas por US$ 160 millones para el sector. Para Granja Tres Arroyos, significó recortar sus exportaciones del 33% al 25% de la producción
El freno externo se sumó a un contexto de altos costos locales y dificultades financieras arrastradas desde hace años.
