El Supremo Tribunal Federal de Brasil lo halló culpable de liderar una organización criminal para impedir la asunción de Lula da Silva.
Según la Fiscalía, Bolsonaro encabezó una trama que buscaba instaurar una dictadura tras perder las elecciones de 2022.

La decisión del tribunal brasileño
El expresidente Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de prisión.
Esto por el intento de golpe de Estado una semana después de la toma de posesión de Lula.
La Primera Sala concluyó la audiencia en la que se declaró por 4 a 1 la culpabilidad de Bolsonaro y otros siete implicados.
El juez relator del caso, Alexandre de Moraes, consideró el agravante como líder de una organización criminal
Según la fiscalía se conspiró para intentar impedir que el actual mandatario lo sucediera en el poder.
También alegó la edad y los problemas de salud como razón para mitigar parte de su condena, que podría haber alcanzado una pena máxima de 43 años.
La jueza Antunes sostuvo que hay pruebas concluyentes que muestran que, desde 2021, un grupo liderado por Jair Bolsonaro intentó:
- Abolir el Estado democrático de derecho
- Restringir los poderes, en especial el judicial
- Deponer el gobierno legítimamente constituido.
«Querían dañar y secuestrar el alma de la República al desmoralizar el proceso electoral con actos de violencia, graves amenazas, coacción» declaró.

Bolsonaro, en arresto domiciliario desde agosto, no participó en las audiencias en el tribunal.
Tras el fallo el senador Flávio, hijo del expresidente, adelantó que no aceptarán la condena y que lucharán hasta el fin.
Seis de los ocho condenados son de las Fuerzas Armadas:
- Bolsonaro, capitán retirado del Ejército y bajo arresto domiciliario desde agosto pasado, recibió 27 años y 3 meses de prisión en régimen cerrado.
- Otro es el excomandante de la Marina Almir Garnier.
- También hay tres generales de la reserva en la lista:
- Augusto Heleno, Paulo Sérgio Nogueira y Walter Braga Netto
Los últimos cuatro fueron condenados a penas de entre 19 y 26 años de cárcel.
Según la acusación formulada por la Fiscalía General el plan fue desarrollado en distintas fases.
Comenzó con una dura campaña de descrédito contra las instituciones y el sistema electoral del país dirigida por el propio Bolsonaro.


