Israel interceptó la flotilla humanitaria Global Sumud rumbo a Gaza y detuvo a la activista sueca Greta Thunberg, junto a otra decena de activistas.
Entre ellos se encontraban los argentinos Celeste Fierro (dirigente del FITU) y el marino platense Carlos “Cascote” Bértola, quien aún seguiría rumbo a Gaza en su embarcación.

¿Cuál era la misión?
Israel detuvo a decenas de activistas internacionales que integraban la flotilla humanitaria con destino a Gaza, la diputada nacional María Celeste Fierro y el marino platense Carlos “Cascote” Bértola.
La operación, llevada a cabo por la Armada israelí en aguas del Mediterráneo, terminó con la interceptación de al menos 39 embarcaciones a unas 70 millas de la costa gazatí.
La Flotilla Global Sumud buscaba romper el bloqueo impuesto por Israel y entregar ayuda humanitaria en medio de la guerra.
Según la organización, la misión estaba conformada por 49 barcos con 497 personas de 44 países, entre ellos la activista sueca Greta Thunberg.

¿Quiénes eran los argentinos involucrados?
Además de Fierro, viajaban en la flotilla:
- Carlos Bértola, militante del movimiento Nuestra Patria
- El capitán Jorge González
- El fotógrafo Nicolás Marín, que desistió luego de ver la dolorosa situación en Palestina.
- El diputado de izquierda Juan Carlos Giordano, quien debió abandonar la travesía por problemas de salud y regresar al país
Una posible deportación en puerta
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel confirmó que las embarcaciones fueron “detenidas de forma segura” y que los pasajeros están siendo trasladados al puerto de Ashdod, desde donde serán deportados.
Durante la operación, varios barcos denunciaron que fueron embestidos y atacados con cañones de agua.
También acusaron al ejército israelí de bloquear las comunicaciones para impedir transmisiones en vivo.
Pese a ello, algunas cámaras lograron emitir imágenes del asalto, en las que se vio a Greta Thunberg recibiendo agua y una chaqueta de un efectivo israelí.
Además, algunos involucrados compartieron el protocolo que tenían preparado en caso de que esto sucediera, donde arrojan sus dispositivos al mar luego de publicar vídeos anteriormente grabados en sus redes sociales para dar difusión.
El gobierno israelí, en tanto, consideró la llegada de la flotilla como una provocación y aseguró que “todos los activistas están sanos y salvos”.


