“No hice ninguna denuncia porque Gabriela me amenazaba”

Ana, hija de una sobreviviente del geriátrico Los Arcos, relató la pesadilla que vivieron en el lugar y los hostigamientos recibidos por la dueña del lugar.

“Mi mamá estuvo 3 meses en terapia intensiva, perdió masa muscular y yo sola, no podía con ella, decidí llevarla a un hogar para que la traten bien, decidí el Arcos porque por fuera se veía lindo pero por dentro estaba el verdadero calvario” explica. 

El lunes llega la clausura y el desalojo del lugar.

Tal como lo relataban las demás familiares de víctimas, Ana comenta que los primeros días en el lugar Gabriela, la propietaria, recomendaba no visitar a su madre “me dijo que la deje sola por la adaptación, se vende con que tiene más de 30 años de experiencia y ama a los abuelos”.

“Llegaba 6 y media de visita se cortaba el horario de visita y me echaba, a las 19 le daban de comer y los acostaba, era de día”.

Expresa que no denunció antes por temor, ya que había recibido amenazas que la hicieron desistir “en ese momento trabajaba en la municipalidad y Gabriela me amenazaba con mi trabajo y yo necesitaba cuidarlo”. 

“Me decía que si mandaba a alguien a investigar el hogar ella iba a decirle al abogado que digan que me despidan”.

Al momento de asistir al geriatrico especificó que su madre debía permanecer en planta baja, algo que no se respeto “tengo mucha bronca, ver como maltratan a los abuelos, cuando están los familiares se hace la que los cuida. Cuando llegue le dije que necesitaba que este abajo porque mi mama no camina y entre cuatro no podían subirla”.

Actualmente se busca el testimonio de una ex empleada que seria crucial para la causa “Malvina trabajó en el hogar cuando yo ingresé, al principio parecía humana, cuando la contacté para que declare por el tema se desentiende totalmente del tema. Está trabajando en otro geriátrico. Se expresa que no se hace cargo de lo que pase entre los familiares y Gabriela Romero” finaliza. 






 





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