Argentina declaró alerta máxima en las fronteras tras los incidentes en Río de Janeiro

Ante los graves hechos de violencia registrados en Río de Janeiro, que ya dejaron más de 160 muertos, el Gobierno nacional activó un protocolo de alerta máxima en las fronteras con Brasil.

La medida busca impedir el ingreso al país de integrantes del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de la región.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó que se reforzarán los controles en todos los pasos fronterizos, especialmente en la zona de la Triple Frontera, Misiones y el norte argentino.

“Vamos a disponer una alerta máxima en las fronteras para evitar cualquier cruce de quienes puedan estar escapando de la ofensiva en Río”, señaló durante una conferencia en Casa Rosada.

Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva, solicitó intensificar los operativos de vigilancia en las zonas Este y Noroeste del país, bajo el argumento de que podría producirse un “desbande” de criminales.

Además, instruyó el envío de un manual de reconocimiento de señas y símbolos característicos de los grupos narcoterroristas brasileños a las fuerzas apostadas en frontera.

Bullrich precisó que los controles serán “más estrictos, pero sin afectar el tránsito turístico habitual”.

Explicó que se verificará con especial atención los antecedentes de los ciudadanos brasileños que ingresen al país, aunque no se sumarán nuevos efectivos por el momento.

La ministra, que dejará su cargo el próximo 10 de diciembre, adelantó que el Ministerio de Seguridad trabajará de manera coordinada con:

  • Migraciones
  • La Policía Federal
  • Gendarmería
  • Las fuerzas de Brasil
  • Las fuerzas armadas de Paraguay

El fin es implementar un sistema de alertas tempranas.

Horas más tarde, Bullrich escribió en X:

“Reforzamos las fronteras para proteger a los argentinos ante cualquier ‘desbande’ que pueda generarse por los conflictos en Río de Janeiro. La seguridad de nuestro país, siempre primero.”

El conflicto

El conflicto en Brasil tomó dimensión internacional tras la muerte de al menos 160 personas durante un operativo policial contra el Comando Vermelho en los barrios de Penha y Alemão.

Además, hay decenas de desaparecidos y más de 80 detenidos.

El Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) continúa los patrullajes en zonas selváticas, donde buscan los cuerpos de los abatidos y secuestran armamento y drogas.

Hasta ahora, se incautaron 93 fusiles y más de media tonelada de estupefacientes.

Ante la gravedad de los hechos, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva interrumpió su gira por Asia y regresó a Brasilia.

Envió a Río una comitiva integrada por los ministros de Justicia y de la Casa Civil, junto al director de la Policía Federal, para colaborar con el gobernador Cláudio Castro, quien había reclamado apoyo del Ejecutivo.

“El Presidente quedó horrorizado con el número de víctimas fatales”, aseguró el ministro Ricardo Lewandowski.





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