El sábado por la tarde, la Fundación Fauna Argentina y un grupo de vecinos de Mar del Plata denunciaron públicamente que los animales que permanecen en el ex Aquarium estarían en condiciones de abandono.
El reclamo radica a partir de varias fotos difundidas en redes sociales en las que se puede observar a varios delfines y un lobo marino en piletas deterioradas, con agua verdosa y sucia.
En qué consta la denuncia
Juan Antonio Lorenzanni, presidente de la Fundación Fauna Argentina, aseguró haber recibido información sobre la presencia de ejemplares en el predio que funcionó durante décadas como atractivo turístico.
“A simple vista, el agua está verde y los animales en aparentemente abandono”, expresó en un comunicado difundido en redes.
Además, vecinos que ingresaron al lugar compartieron testimonios: “Están abandonados, muertos de hambre y con el agua podrida”. Otro agregó: “Me muero de dolor, es terrible. ¿Será que alguien les dará de comer? Hace cinco meses que están ahí, es raro que sigan vivos”.
Qué dijeron las autoridades
Lorenzanni aseguró que hace dos meses la fundación envió una carta a Fauna Provincia para conocer el destino de los animales, pero que nunca recibieron respuesta.
Frente a la repercusión del caso, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, anunció que el municipio presentará una denuncia penal contra los responsables. “Estamos solicitando una inspección ocular y una pericia técnica”, informó en su cuenta de X.
Según anticipó, si se confirma el caso, se pedirá una cautelar de cuidado integral. “En Mar del Plata no hay lugar para el maltrato animal”, subrayó.
¿Cómo debe proceder el traslado de animales?
El ex Aquarium de Mar del Plata cerró sus puertas el pasado 31 de marzo, luego de que la empresa The Dolphin Company no llegara a un acuerdo por el alquiler del predio.
Además de ser un atractivo turístico, el complejo había sido presentado como un espacio de educación, investigación y rehabilitación de fauna marina.
En un comunicado emitido en ese momento, los responsables aseguraron que todos los animales iban a ser reubicados en acuarios y zoológicos.
El operativo incluía a los siete delfines nacidos en cautiverio y a sus progenitores que iban a ser trasladados a un oceanario de la región.
Las autoridades también habían confirmado que se iba a garantizar el bienestar de cada especie, ya que la mayoría nació en entornos controlados y no posee las condiciones necesarias para adaptarse a la vida silvestre.
