El rector de la UNR afirmó que si el gobierno no revierte el desfinanciamiento “es prácticamente imposible pensar en el normal desarrollo de las actividades más allá del primer semestre”.
En declaraciones a Mañana es Mejor, por Radio Provincia AM1270, enfatizó que las autoridades de las universidades “hemos hecho un gran esfuerzo para sostener hasta hoy todas las actividades que desarrollamos pero la situación es crítica en términos generales”. El rector de la Universidad Nacional de Rosario afirmó que el ajuste que el gobierno nacional está implementando en la enseñanza superior “afecta a todo el sistema universitario y a todas las universidades por igual, independientemente de las decisiones que cada una vaya tomando en función de sus posibilidades”.
Franco Bartolacci analizó el escenario luego de que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) advirtiera sobre la situación por la que atraviesa el sistema universitario público nacional. En ese marco, enfatizó que “tenemos tres problemas graves” y enumeró que “el más importante es el presupuestario porque estamos con una cuota de gasto de funcionamiento que está a valores de enero de 2023, cuando desde la fecha todo aumentó 2 ó 3 veces, lo que hace prácticamente imposible que podamos pensar en el normal desarrollo de las actividades más allá del primer semestre de este año, si esta situación no se revierte rápidamente”.
Seguido, dijo que “también tenemos un problema vinculado a las obras de infraestructura” y precisó que “en nuestro caso tenemos 5 grandes obras que estaban comprendidas en el marco del programa de infraestructura universitaria de Nación, pero hay obras en todas las universidades nacionales y no tenemos certidumbre acercad de qué va a pasar”. El entrevistado reveló que “en la mayoría de los casos están paradas y son muy importantes para el funcionamiento de nuestras instituciones”.
Más tarde, agregó que “en tercer lugar, nos preocupa el devenir de la discusión paritaria salarial” y planteó que “acompañamos el reclamo del personal docente y no docente por la pérdida del poder adquisitivo que ha tenido el salario en este tiempo”, mientras que “la primera reunión no fue un buen indicio”.
El rector señaló que “el escenario es muy complejo” y destacó que “reclamamos lo mínimo e indispensable que necesitamos para funcionar bien y cumplir nuestra misión. No estamos pidiendo para hacer lo pendiente, sino para poder abrir las puertas”.
En tanto, ejemplificó que “la incidencia de los servicios públicos en las universidades era menor al 10% del presupuesto de gasto de funcionamiento anual y hoy es del 30%”. No obstante, reiteró que “vamos a hacer todo el esfuerzo para no lesionar ninguna de las cosas que ofrece la institución, pero tampoco se puede hacer magia cuando las cosas son como están planteadas”.
Por otra parte, deseó que “el gobierno no pretenda arancelar la universidad pública”, debido a que “no es desandando algo de lo poco que hemos hecho bien que vamos a solucionar los problemas estructurales que tenemos”.