En declaraciones a Es un montón, por Radio Provincia AM1270, reiteró que durante la Marcha Nacional Universitaria de mañana “habrá una columna de la provincia de Buenos Aires, de todos los ministerios del gobierno y de la militancia bonaerense” debido a que “estamos frente a un momento muy importante”, lo cual “se traduce en un límite”.
El director general de Cultura y Educación enfatizó que “la sociedad está diciendo hasta ‘acá está bien’”, porque el ataque de la administración de Javier Milei contra la educación superior “ya no es solo discursivo”, sino que se trata de un ajuste presupuestario que “atenta contra el sistema y pone en jaque el funcionamiento de las instituciones”.
Alberto Sileoni dijo que “ya hay funciones que las universidades han dejado de hacer en términos de investigación, de oferta de cursos, de funcionamiento”, mientras que, paralelamente, a la educación obligatoria “le eliminaron el Fondo de Incentivo Docente, los fondos para infraestructura y discontinuado programas”.
El funcionario bonaerense valoró la figura del prócer Manuel Belgrano, porque fue “el primero que pensó que la educación podía ser un elemento de grandeza de la Nación”. Seguido, lamentó que “increíblemente a este gobierno no le parece que la educación sea un atributo de un país que se quiera desarrollar”. Por el contrario, advirtió que “te dice ‘si querés estudiar, estudiá’; ‘si querés drogarte, hacelo’; ‘las universidades son centros de adoctrinamiento, no tienen mucho valor’”. Luego, se preguntó: “¿Entonces cuál es el valor de una Nación para su desarrollo?”.
Sileoni subrayó que “el pensamiento del gobierno es castigar a las universidades, deteriorarlas y bajarles tanto el precio, que se debiliten y después sea más fácil hacer con ellas lo que quiere”. Es decir, la búsqueda es “disciplinarlas a través del dinero, limitarlas y achicarlas”, lo cual “también pasa con la educación pública obligatoria”.
Por último, denunció que el gobierno nacional tiene “1000 obras públicas paradas en la Provincia, de las cuales 80 son educativas”. En tal aspecto, insistió en que “la idea no es cerrar, sino desfinanciar, deteriorar” para “después confirmar la profecía autocumplida: ‘Vieron que la educación es un desastre’”. Al respecto, Sileoni indicó que “la educación tiene problemas pero se resuelven con más inversión, formación docente y cuidados, y no con una política del desprecio constante”.