“Lamentablemente, no hay plata”, soltó Javier Milei en el discurso inaugural de su presidencia y desde entonces inició un ajuste fiscal histórico que en casi todas las áreas del Estado. Los aumentos que hicieron enojar al pueblo fueron dos en las últimas horas; la dieta de los senadores y los salarios de los directores de la petrolera.
El Senado volvió a sesionar y el clima político se recalentó. Es que a finales de la sesión, tras aprobar los pliegos de todos los dirigentes que serán embajadores -incluido el rabino de Javier Milei, Victoria Villarruel dio lugar a la votación del proyecto 615/24 que aumentaba la dieta de los senadores en un 170%. A mano alzada se aprobó la iniciativa y en cuestiones de segundos, los que ocupan una de las 72 sillas de la Cámara Alta fueron testigos de que su sueldo pasó de 1,5 millones a 4,5 millones de pesos. Incluso podría ascender a dos millones más, por extras de representación y desarraigo.
El vendaval, sin embargo, vino después. Tras conocerse de qué iba el proyecto, tanto en redes como en los medios se difundió la noticia de la paritaria récord. Fue así -y no antes- que el Presidente estalló en cólera. Lo hizo intentando desligar del aumento al bloque de siete senadores de La Libertad Avanza. Después hizo lo mismo con algunos del PRO. «Así funciona la casta», tuiteó y consideró que sus correligionarios se habían negado a la suba por no alzar la mano.
La consideración presidencial es, cuanto menos, extraña. Sucede que en labor parlamentaria, el proyecto de aumento de dietas contó con las firmas de todos los bloques.
No todas, como demuestra la compra de aviones militares a Dinamarca. No todas, como se comprueba en la petrolera YPF, cuyo 51% pertenece al Estado. El pasado 5 de abril el directorio de YPF propuso que en la asamblea de accionistas del próximo 26 de abril casi se quintupliquen sus salarios. El 51% de la empresa está en manos estatales y el resto cotiza en bolsa, es decir, está en manos privadas.
En 2023 se pagaron honorarios totales a los directores por $2,08 billones. Ahora, los directores quieren cobrar, entre todos, $10,18 billones. O sea, 4,9 veces más pese a que la inflación prevista por los diez pronosticadores que más aciertan en el relevamiento del Banco Central predicen un 203%. Es decir, las previsiones apuntan a que se tripliquen los precios, no que se quintupliquen.
Los directores justificaron así su pretensión: “Sobre la base de la información de mercado provista por una consultora especializada en la materia, se considera que las remuneraciones propuestas son adecuadas y razonables y que el valor de sus servicios se ajusta al comparable en el mercado con compañías de primera línea”. Aquí se puede leer la nota del directorio con la solicitud a la asamblea.
Propuestas del Directorio p…
¿Quiénes son los directores? Al frente está el presidente de la compañía, Horacio Marín, un exejecutivo de la petrolera de Techint, Tecpetrol. Lo acompañan como directores titulares Germán Canseco, Omar Gutiérrez, Emiliano Mongilardi, Horacio Forchiassin, Jimena Latorre, María de los Ángeles Roveda, el exministro cavallista Carlos Bastos, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse y su número dos, José Rolandi, y Mario Vázquez.
Como directores suplentes figuran el ministro del Interior, Guillermo Francos, Julio Schiantarelli, Guillermo Koenig, Carla Matarese, Hugo Rodríguez, Pamela Verasay, María Martina Azcurra, Santiago Martínez Tanoira, Silvia Ayala y Mauricio Martín.
Uno de los que alzó la voz contra el salariazo fue el diputado Itai Hagman, de Unión por la Patria, que elevó una carta de queja al directorio de YPF. “Hay que prestar mucha atención a lo que está pasando en YPF. Mientras Milei hace el circo de la motosierra y la anticasta con millones de argentinos cayendo en la pobreza, el nuevo directorio designado por el Gobierno se aprobó un aumento de CINCO veces en sus propios honorarios para cobrar cerca de 70 (¡SETENTA!) millones de pesos por mes. Ni hablar del evidente el conflicto de intereses entre gran parte de esos nuevos directores que vienen de -y siguen vinculados a- otras empresas del sector como Tecpetrol (Techint) y CGC (Corporación América)”, se refirió Hagman por la red social X a los grupos de Paolo Rocca y Eduardo Eurnekian, el expatrón de Milei.
“Presenté un pedido de acceso a la información publica para que las autoridades de la empresa expliquen los fundamentos de la quintuplicación de sus honorarios como así también las medidas tomadas para remediar los conflictos de intereses. YPF es orgullo nacional, y hay que cuidarla”, concluyó Hagman.