Son las 16:01 de 1982 y el cambio de guardia comienza a realizarse en el imponente ARA General Belgrano, cuando dos misiles impactan en lugares estratégicos logrando hundir una pieza clave para las fuerzas argentinas.
“Uno obviamente está sensibilizado, ayer fue el primer ataque, cayeron un par de bombas donde estaba, te queda dando vueltas en el cerebro” comienza relatando Guillermo De la Fuente, Veterano de Malvinas.
En un marco de homenaje para aquellos que dejaron su vida defendiendo al país, los máximos defensores de la patria, se recuerdan los 323 tripulantes que no sobrevivieron. Aquellos 720 que lograron sobrevivir debieron enfrentarse al frío mar.
“Nosotros nos enteramos prácticamente al momento lo cual produjo una consternación, el crucero para nosotros era una esperanza, no había que con el alcance de ataque como el crucero” explica Guillermo.
“El centro de veteranos funciona como centro de día, vienen cuentan sus cosas y recuerdan, podes hablar tranquilo porque hubo una época donde había una campaña de desmalvinización ahí se complicaba la cuestión de hablar”.
Es una fecha muy importante para nuestra historia pero sobre todo para la región “no puede quedar en el olvido, era toda gente que vivía en bahía blanca o punta alta, gente de nuestra zona” declara.
La inundación del 7 de marzo en Bahía Blanca impactó en toda la ciudadanía y los Veteranos no dejaron de actuar ayudando “trazamos cierto paralelismo entre lo que pasó siempre digo que nadie se salva solo, aprendimos en la guerra que no se deja a nadie atrás, hoy todos los bahienses son compañeros”.
“Para recordarla, para pelear por Malvinas hay que construirnos a nosotros mismos, tengo que hacer de mi una mejor persona, tengo que ser honesto para que los deshonestos no me puedan gobernar, cuando eso pasé vamos a ganar las islas discutiendo y no con armas”.