El mensaje textual de Cristina como presidenta del PJ.
Hola, queridos compañeros, queridas compañeras, sé que están reunidos allí en el partido, en este nuevo Día del Trabajador, y quiero hacerles llegar no solamente un abrazo enorme, sino también todo mi acompañamiento a estas actividades que está desarrollando hoy en la sede del partido los distintos compañeros y compañeras.
La verdad que es un primero de mayo muy duro, muy duro para todos, bueno, no para todos, para pequeñas minorías están de parabienes, (pero para las grandes mayorías nacionales es un día duro).
Son tiempos de ajuste de una pérdida histórica, histórica del poder adquisitivo, de los salarios, donde el gobierno además pretende arrasar con derechos conquistados por nuestro pueblo, ¿no? Y es más necesario que nunca entonces mantenernos unidos y reafirmar nuestras banderas, que no son otras que la defensa del trabajo, de la dignidad de trabajadores y trabajadoras, y además devolver fortaleza y legitimidad al modelo sindical argentino, columna vertebral de nuestro movimiento, con la necesaria actualización, con la necesaria actualización que imponen los tiempos nuevos también, en materia de un nuevo modo de trabajo, de una nueva fase del capitalismo, si se quiere.
Así que es necesario replantear también, esto no significa negar lo pasado, significa aceptar el presente, pero no desde el conformismo, sino de cómo intervenimos ese presente para seguir representando precisamente los valores de la defensa de los que trabajan, porque hay nuevas modalidades de trabajo y también hay nuevas actitudes frente a la asociación que se daba en el pasado y que tenía su basamento en la solidaridad y que hoy a partir de muchas modificaciones tecnológicas, culturales, se tiende más a un individualismo y no a la falta de solidaridad.
Son cosas que tenemos que sentarnos a discutirlas y a plantearlas, no tenemos que hacer como el avestruz que esconde la cabeza en la tierra y pretende que todo está igual. No, no está todo igual.
Tenemos que aceptar esto no para aceptarlo sin críticas, sino para ver cómo intervenimos sobre esa nueva realidad. Bueno, también son tiempos muy duros porque, como lo dije hace muchos años, cuando se comenzaba a desplegar toda la persecución política, mediática, judicial contra mí, contra mi familia, y hoy creo que está más claro que nunca que, como lo dije en aquella oportunidad, no venían por mí, venían por ustedes.
Porque además, si uno mira ese cuadro de distribución del ingreso que publiqué unas semanas atrás en mi cuenta en la red, habrán advertido que nunca hubo un grado de participación tan alta de los trabajadores en lo que produce en el PBI como fue en la etapa de nuestros 12 años y medio de gobierno.
También un hecho histórico de que desde la ley Sáenz Peña precisamente hubiera una fuerza política que pudiera cumplir tres periodos consecutivos. No, la casualidad no es una categoría histórica, no es una categoría de análisis. No hay casualidades, hay causalidades.
Bueno, por ese lado hay que ir y por eso dije en aquella oportunidad, y hoy está más ratificado que nunca, que no venían por mí, sino que venían por ustedes. Por los derechos, por los salarios, por el derecho a una vida digna por parte del pueblo trabajador. Sé que hoy también estamos homenajeando al querido Héctor Yáñiro Audi, extrañado, te diría, Héctor Recalde.

Compañerazo, leal, defensor incansable de los derechos laborales y verdadero ejemplo de militancia y compromiso hasta el último respiro. Él es un modelo, un modelo de militancia en la defensa de los derechos del trabajador. Así que nada, homenajearlo también a Héctor en un día como hoy, (4:19) el primero de mayo, y un abrazo muy fuerte a todos y a todas y a seguir firmes (4:25) y más unidos que nunca en defensa de la patria.
Un abrazo enorme.