La movilización del sábado fue una respuesta significativa a los comentarios del presidente Javier Milei en Davos, donde comparó la ideología de género con el abuso y la pedofilia, lo que generó un fuerte rechazo. Este evento no solo tuvo lugar en Buenos Aires, sino que también se replicó en diversas provincias y ciudades, uniendo a diferentes sectores que se oponen a las políticas del gobierno de Milei. La movilización se caracterizó por un componente de repudio y rechazo a estas políticas, así como por la necesidad de visibilizar la resistencia ante lo que se percibe como un avance de ideologías autoritarias.
Además, se destacó que la magnitud de la movilización hizo imposible aplicar protocolos represivos que habían sido utilizados en ocasiones anteriores, lo que refleja una creciente organización y respuesta colectiva ante las políticas del gobierno actual.
