El subsuelo y los laboratorios fueron tapados por el agua y sufrieron grandes afectaciones, con pérdidas cuantiosas que aún se están cuantificando.
Es por esto que la UNS ya dispuso la suspensión de todas las actividades académicas hasta el 31 de marzo.
No solo por los daños que produjo la inundación en la infraestructura de varios de sus edificios, sino también por lo ocurrido en los laboratorios de física e ingeniería, especialmente en el complejo de Alem 1253.
La ubicación del edificio, cerca del arroyo Napostá y del primer tramo del Canal Maldonado, explica por qué resultó uno de los sectores donde más graves resultaron las consecuencias.